viernes, 28 de junio de 2013

QUITO COLONIAL

La ciudad de Quito es una de las ciudades más hermosas de América del Sur, su ubicación geográfica rodeada de volcanes y montañas le permite disfrutar de un clima muy variado en todo el año.

Cuando finalizaba el siglo XVI Quito poseía 1.500 habitantes y fue declarada sede de la real audiencia que fue una subdivisión legal de la colonia del Nuevo Mundo. La proliferación de iglesias, monasterios y conventos le sirvió a Quito para ser llamada el Claustro de América.
   
En los primeros años de la Colonia española se fueron dando cambios lentos en esta ciudad, los indígenas fueron convirtiéndose al cristianismo y las nuevas leyes fueron sustituyeron a la cultura indígena. Quito se transformó en una urbe del arte  y la escultura del nuevo mundo con la escuela de Quito donde se enseñaba pintura y oficios para los indígenas, donde su máximo representante es el indio Caspicara.

El punto central del centro histórico de Quito es la plaza de la Independencia donde esta rodeado de por el palacio de Gobierno, la Catedral, Palacio Arzobispal y la Alcaldía, de ahí que en sus alrededores hay muchas callejuelas estrechas que están llenas de historias, tradiciones y anécdotas. A lo largo de la calle García Moreno, una de las calles principales de esta urbe se encuentra situada siete cruces y por ende siete iglesias y conventos, donde hay franciscanos, dominicos, y jesuitas, por esta razón que a esta calle se la denomina, la calle de las siete cruces.

Quito colonial poseen un gran número de lugares tradicionales donde disfrutar un café acompañado de delicias como hostias, suspiros, quesadillas, higos confitados, y otras delicias tradicionales de la época colonial, además lugares donde se puede tomar unos tragos denominados mistelas, vinos hervidos, o cócteles.
 
Uno de los atractivos que hoy en día tiene este sector de Quito son las iglesias que datan de los siglos XVII y que aun están muy bien preservadas gracias a la ayuda de la empresa privada y por parte del municipio capitalino. Se dice que la iglesia de La Compañía es una de las más hermosas iglesias barrocas en América Latina por su diseño arquitectónico y el arte colonial quiteño, además de su altar que esta recubierto con pan de oro y que poseen un gran número de pinturas en especial en su techo abovedado, por esta razón se ha ganado el nombre de la Capilla Sextina de Quito.

Otro de los lugares tradicionales de este casco colonial es el sector de La Ronda lugar lleno de romanticismo y callejuelas angostas donde en su época colonial se prestaba para las serenatas y las mas extrañas leyendas, en este barrio quiteño habitaban familias de la alta sociedad. La estructura de las casas presentes en este barrio preservan el toque mágico de las casa españolas llenas de historias y romance quiteño.

Quito durante la el domino de los incas era una de las ciudades mas importantes de este imperio, y durante la colonia mantenía su importancia entre Europa y Sur América.
Hoy en día la parte colonial está siendo protegida por la empresa privada y por parte del Municipio para restaurar y mantener este encanto cultural.
           
La estructura arquitectónica de esta ciudad y la combinación de lugares  como iglesias, conventos y monasterios de siglos pasados se encuentran muy bien conservados y la arquitectura moderna que le convirtió a Quito en la primera ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad, premio otorgado por la UNESCO en 1978.